PAULANDREU

Pública

La anécdota que os quiero contar es mi propia experiencia al irme en 2018 con 600 euros en el bolsillo y un billete solo de ida, a Nueva Delhi (India). Una viaje hacia lo más interno de mi ser,  donde encontré mi camino, tanto profesional como vital .

Sacarme a mi misma de mi  zona de confort, y de todo aquello que conocía, e incluso que concebía inconscientemente por mi cultura, y retarme a entender otras realidades y a sentirme lo más viva posible cada día, fue literalmente lo mejor que he podido hacer en mi vida.

Fue con el transcurso de los meses, países y sellos, donde llegué a varias conclusiones que me han construido como artista y como persona, y que me gustaría compartir hoy con todos vosotros/as.

Una de ellas es que, he llegado a la conclusión de que, para sentirme viva, necesito adrenalina, estimulaciones constantes y el hecho de vivir sin saber que pasará mañana . Es por eso, que desde ese Octubre de 2018, no me he vuelto a asentar en ningún sitio y llevo visitados más de 22 países. Quiero ser y soy nómada. Quiero ser una mujer libre.

Segunda conclusión, todo y que desde la infancia la pintura y el dibujo  han marcado mi desarrollo personal y artístico, me di cuenta que con el estilo de vida que me hacía feliz, finalmente  siempre acababa con una cámara sobre mis manos, para plasmar lo que no podía expresar con palabras.

Fue ahí donde recapitulé, y me di cuenta de que la fotografía, siempre había sido mi acompañante silenciosa, y que, en algún momento u otro, siempre que una situación me tocaba emocionalmente, la capturaba con la cámara que tuviera más a mano. Tal y cómo hacía mi padre, quien me introdujo a la fotografía cuando tenía unos 6 años.

La tercera y última conclusión es que, sin yo saberlo, soy una amante de la Antropología desde hace mucho tiempo, de hecho, desde que a los 16 años me fui por primera vez a un solo viaje a Punta Cana (República Dominicana) cuatro semanas.

El conocer y camuflarme en nuevas culturas, en las vidas de los locales, aprender sus idiomas y costumbres, y empaparme de nuevas realidades o formas de entender conceptos tan básicos, – y a la vez complicados-, como la vida y la muerte, me llenaba como nada lo había hecho antes. Casi tanto, como en otras ocasiones – y dicho vulgarmente – me cabreaba, sacándome una voz crítica y directa que no había descubierto todavía dentro de mí.

Al analizar estos diferentes puntos fuertes de mi personalidad, y tras investigar e informarme, di con el mundo del Fotoperiodismo. En ese momento, solo podía sentir que había encontrado mi voz como artista.

Con esta aportación o relato autobiográfico  no pretendo decir que mi historia tenga que inspiraros ni mucho menos, pero si me preguntan por que regalo puedo hacer a alguien, lo mejor que   puedo sacar de mi experiencia vital que pueda explicaros con palabras, es animar a todo el mundo a salir  en busca de lo que realmente os haga sentir vivos, a romped con las zonas de confort y los miedos, porque solo así, conseguiréis encontrar vuestra propia voz.